Solo
la voz permite imaginarse colores, lugares, formas, sonidos,
paisajes. En un fragmento de la historia el narrador hace imaginar que el
olor y el sabor de la comida que lo esperaba en su habitación hacen que se agüe la boca. Da
risa imaginarse al niño vestido de lobo y corriendo por la casa haciendo
pilatunas y la mama reprendiéndolo de forma que lo castiga y lo envía al cuarto
sin cenar. Te imaginas la expresión de la cara cuando los monstruos lo ven y lo
tratan de asustar, mas sin embargo el niño con la inocencia y el valor que lo
caracterizaba mira a los ojos amarillos de los monstruos y demuestra
valor al enfrentarlos, haciendo que ellos lo miren tan grande que lo nombran el
rey de los monstruos. Pero la soledad lo embarga y ya no quiere estar mas ahí con
ellos, entonces quiere volver a su hogar, ahí donde lo espera una comida
caliente y el amor de su mama. Solo con
tu mente y tus sueños puedes llegar a lugares que jamás imaginaste, pero tu corazón
siempre se queda con los tuyos.
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