Los libros con los que
enseñamos español no son suficiente material de enseñanza y menos en nuestra
época actual. Desde el apartado de Fajardo se notan exacatmante planteamientos
en los que nosotros como educadores ejercemos un gran poder e influencia sobre
como se deben manejar estos textos y a quienes deben ir enfocados. Mas que los
textos en si la enseñanza en el área de lenguaje o castellano requiere
creatividad, esmero, esfuerzo, dedicación por parte del docente para lo que
enseñan los textos sea de provecho en general. Aprender a leer no es cuestión
de método, es cuestión de amor y emoción, es hacer sentir que los libros que
leemos no son solo hojas escritas por alguien que se las invento. Ese papel
escrito trasciende a mundos nuevos y mágicos que al niño le fomentan la
imaginación y la ilusión de un mejor o peor escenario de la vida misma. En este
orden de ideas como enseñamos a partir de los textos es el reflejo de nosotros
mismos. No hay que engañarse si bien existen un monton de libros en el mercado
, solo escogiendo uno para enseñar sobre el nos daremos cuenta que tan
buenos o malos somos en la profesión y cuan ansiosos de aprender y volver a
nuestra clase están nuestros alumnos o con cuanto estupor o aburrimiento ellos
entran a las aulas. TODO DEPENDE DE NOSOTROS.
No hubo problematización de los libros de texto.... qué pasó????
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